Por una Iglesia sinodal:
comunión, participación y misión
Introducción
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto,
les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al
Señor (Jn 20,19-20).
- Cada nuevo paso en la vida de la Iglesia es un regreso a la fuente, una experiencia
renovada del encuentro con el Resucitado que los discípulos experimentaron en el Cenáculo la
tarde de Pascua. Como ellos, también nosotros, participantes en esta Asamblea sinodal, nos
hemos sentido abrazados por su misericordia y conmovidos por su belleza. Viviendo la
conversación en el Espíritu, escuchándonos unos a otros, hemos percibido su presencia en
medio de nosotros: la presencia de Aquel que, donando el Espíritu Santo, sigue suscitando en
su Pueblo una unidad que es armonía de las diferencias